Con IA, big data, drones y otras herramientas, la tecnología está permeando en este sector.
Aunque al pensar en tecnología lo que se viene a la cabeza son grandes centros con muchos computadores, cables y personas detrás de sus computadores, la realidad va más allá de esto. La verdad es que la tecnología se ha convertido en una herramienta distintiva en los procesos del agro y algunas compañías como Bayer están apostando por procesos como el del machine learning para optimizar los cultivos o con el uso de drones para determinar el estado de los campos.
Por ejemplo, con inteligencia artificial (IA) se puede hacer reconocimiento facial de los animales, para así identificar sus niveles nutricionales y hasta enfermedades. Por otro lado, a través del uso de drones, se puede conseguir una fumigación más efectiva y precisa, con menor impacto ambiental. Esta implementación tecnológica se conoce como agritech.
Este tema se encuentra alineado con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y las estrategias de Hambre Cero y Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas. Y sobre todo en países con gran producción agrícola, el agritech se posiciona como un sector con potencial para los ojos de los inversionistas. Por ejemplo, en Colombia desde el gobierno se vienen impulsando políticas públicas y atrayendo capital extranjero con iniciativas como las del Fondo de Prosperidad para El Reino Unido que invierte el país alrededor de 26.000 millones en agricultura y agritech.
Y aún con la crisis sanitaria, el agro ha sido uno de los sectores menos afectados. De hecho, de acuerdo con cifras dadas por el Dane, en Colombia, el PIB agropecuario creció un 4% en comparación con los demás sectores que tuvieron contracciones hasta del -15.7 por ciento.
Además, en el primer semestre del año las exportaciones de productos como aguacate, carne bovina, ganado, panela y otros no tradicionales del agro tuvieron un incremento de 10% en comparación con en el mismo periodo de 2019, según indicó el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.Este crecimiento se traduce en oportunidades tanto para agricultores en el país como para inversores.
En innovación, en la actualidad existen máquinas capaces de identificar focos de maleza en los campos y determinar la cantidad de herbicida necesario para controlarla, otras que miden las condiciones climáticas de los viveros, las cuales generan alertas en los aumentos o disminuciones de temperatura que afectan a las plantas.
Pero de acuerdo con expertos no se trata únicamente de implementar tecnología y ya, sino así como lo explica Hugh Bigsby, Decano de la Facultad de Agronegocios y Comercio de la Universidad de Lincoln, “tener la ayuda de personas con el conocimiento de interpretar cada uno de los datos y la información que nos proporciona la ciencia”.
Por su parte, Michael Stern, director de Bayer Crop Science le dijo a EL TIEMPO que “hay muchas entidades que están innovando en este ámbito, por lo que el futuro va a ser brillante y hay muchas organizaciones que están invirtiendo en esto. Nosotros en Bayer Crop Science estamos realizando las mayores inversiones en estos momentos, pero también estamos trabajando con muchas start ups, organizaciones sin animo de lucro para lograr una mejora sustentable en el sector”.
Pero aún existen algunas dificultades en la implementación: “Hay diferentes retos, pero todo dependerá de la posibilidad que tengan los agricultores en materia de conectividad, ya sea en sus celulares, pero también en los campos, entonces deberán disponer de un equipamiento moderno.
No obstante, está claro que se necesitan desarrollar herramientas y lo estamos haciendo muy rápidamente, esas nuevas herramientas se pueden desarrollar en diferentes países, pero se pueden adoptar en Colombia, pero esto dependerá de los requerimientos”, agrega Stern.
Desde Bayer Corp aseguran que tienen diferentes tecnologías que se están implementando en el agro; una de ellas está dedicada a ayudar a los agricultores a digitalizar sus cultivos, por lo que pueden tener control de forma geoespacial para tenerlo en un solo lugar y optimizar los procesos.
Otra forma de implementar la tecnología es a través de grandes bases de datos independientes que, a través de algoritmos, les ofrecen a agricultores herramientas e información para que puedan gestionar mejor sus cultivos y mejorar su trabajo.
Entre los beneficios que obtienen los agricultores al implementar la tecnología se encuentran, de acuerdo con Stern, “el primero es mejorar la producción porque se puede obtener más rendimiento y menor coste. El segundo es un mejor manejo del riesgo para tomar decisiones mejor informadas y gestionar mejor el riesgo, y por último, la sostenibilidad porque sabemos que pueden utilizar de mejor manera los fertilizantes y reducir el impacto de carbono”.
Y es que las prácticas sostenibles están dentro de los principales intereses de una generación más consciente y preocupada por temas como el cambio climático, la crueldad animal o la preservación del medioambiente y que cada vez toma más fuerza en el agro.
“Hoy, los consumidores ejercen mucha presión sobre los productores en torno al bienestar animal, la calidad del agua y el trato ético para las personas que trabajan en las granjas. Ellos están interesados en saber cómo están producidos los alimentos que consumen y de dónde vienen los productos que llegan a su despensa”, agrega Bigsby.
La implementación de la tecnología en el agro de acuerdo con Stern es importante para cerrar brechas en países emergentes y dar más oportunidades a los agricultores locales para optimizar y monitorear los espacios. Y cerrar las brechas debe ser el gran trabajo de todas las empresas, inversoras, entidades gubernamentales y organizaciones que estén trabajando por mejorar el sector agro en la región.
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